Recibiréi Poder
¿Qué somos sin fuerza? Somos débiles, sin esperanza, sin sueños y visión ... impotente. Cuando nos enfrentamos a una batalla que trae dificultades a nuestra vida, la mente comienza a razonar, y las emociones tienen lugar en el cuerpo. La situación que estamos enfrentando comienza a tomar fuerza en nosotros, ya que empezamos a hablar de lo que estamos viendo, sintiendo, escuchando, el olfato, gusto y tacto. Somos espíritu, alma y cuerpo. Los cinco sentidos representan el cuerpo. Nuestros cinco sentidos constantemente batalla con nuestro espíritu, y también lucha son nuestra voluntad, sentimientos y emociones, que representan el alma. Esto es lo que el enemigo utiliza como su tierra y territorio de guerra, cuando batalla contra nosotros en la mente.
Los ojos ven la situación o el informe médico, los síntomas comienzan a tener efecto, los oídos escucharn lo que otros tienen que decir acerca de la enfermedad or situación. La nariz olfatea la dirección donde la batalla va en marcha. Para algunos es muerte, mientras que otros toman la actitud de un guerrero y luchan encontra la enfermedad o situación. El sabor de la batalla puede ser terrible para algunos, mientras que luchan por sus vidas. Las manos pueden tocar y sentir la evidencia del diagnóstico médico, o la situaticón del problema. La buena noticia es que Jesús ya ganó la batalla por nosotros, y está en nosotros el creer por Su obra terminada en la cruz.
Él no sólo ganó la batalla por nosotros, pero después de ascender al cielo, Dios nos envió al Espíritu Santo. "Mas el Consolador (Consejero, Ayudador, Intercesor, Abogado, Fortalecedor), el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre [en mi lugar, para representar a Mí y actuar en mi nombre], Él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho ". (Juan 14:26) Una vez que le pides a Jesús que entre en tu corazón para ser tu Señor y Salvador, el Espíritu Santo también viene, y reside en tu corazón. Gálatas 5: 22-23 nos dice que el fruto del Espíritu Santo es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio. Es una excelente noticia, un paquete completo de frutas residen dentro de nosotros como parte del Espíritu Santo. La sangre que Jesús derramó en la cruz nos dio poder para soportar y resistir todo el mal!
Cuando algunas personas escuchan acerca del Espíritu Santo, el sólo hecho de escuchar esa palabra les dan miedo, y pienzan que es algo temeroso. A otros no les gusta hablar acerca del Espíritu Santo, o ni siquiera creen en Él. Sí, el Espíritu Santo es una persona, y Él es parte de la Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) Para algunos es difícil de entender la Trinidad. Lo que no entiendas aquí en la tierra, nuestro Padre Celestial te lo hará comprender en el cielo. No hay confusión en el cielo, y mientras caminamos el sendero de la vida en la tierra, caminamos por fe y no por lo que vemos.
Jesús es ese Regalo precioso que el Padre nos dio a nosotros. El Regalo precioso viene junto con las frutas que nutren tu espíritu, alma y cuerpo. Dale la bienvenida a este regalo en tu corazón, y recibe todos los beneficios de Su amor por ti. Entonces, ¿Por qué caminar sin ese Poder que te ha sido dado por el Padre por medio de su Hijo Jesucristo? Pídele: ".. Jesús, ven a mi corazón, toma mi vida y haz algo con ella. Lléname con tu Espíritu Santo recibo Tu Poder Te amo Jesús, Amén.